Izquierda Unida - León

Desinformación, perplejidad, indignación, desánimo, pérdida de tiempo y de dinero y angustia para más de 60.000 personas que buscan un futuro laboral en estos difíciles tiempos de crisis y paro. El cambio del temario de las oposiciones de profesores por parte del nuevo Gobierno central a cuatro meses del inicio de los procesos selectivos ha desatado la protesta e indignación unánime. De hecho aspirantes de todas las especialidades de Educación Secundaria y Formación Profesional han convocado concentraciones de protesta ante las delegaciones provinciales de Educación a través de las redes sociales.

La decisión afecta a miles de opositores y supone un quebranto económico (el precio de los temarios y de la preparación oscila entre los 165 y los 200 euros al mes) y tirar a la basura los meses de estudio que llevan preparándose a raíz de la publicación en noviembre de 2011 de los temarios ahora derogados y vigentes desde enero. Ahora, a cuatro meses vista del inicio del proceso selectivo, se restablecen los de 1993 y 1996, de hace 19 años, que obedecen a criterios de la LOCE, la ley que el PP aprobó con la ministra Pilar del Castillo sin ningún consenso. Parece que el afán por borrar todo lo que se ha hecho hasta ahora por el gobierno anterior, lleva incluso a estos absurdos de volver a temarios de hace 20 años. Quizá sea que el Ministro de Educación también sospecha que tras los temarios de Matemáticas, Lengua o Tecnología también se esconden una intención de adoctrinamiento ideológico y temas controvertidos, por lo que ha dado orden para cambiarlos y volver a temarios de antes de la revolución de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y la actual sociedad del conocimiento. Izquierda Unida espera que el actual Ministro de Educación no acabe exigiendo el nihil obstat de la Conferencia Espiscopal para los temarios de las oposiciones de profesorado.

En esta cadena de improvisaciones y medidas precipitadas que ha emprendido el equipo ministerial de Wert, reforma a golpe de decreto, a cuatro meses de las oposiciones y además sin comunicarlo siquiera, mediante el anuncio directamente en el BOE sin convocar la mesa de educación. La mayoría de los más de 60.000 interesados se ha enterado de la noticia al consultar el Boletín Oficial del Estado (BOE) y encontrarse con la publicación. El Ministro de Educación no dijo nada sobre este cambio en la Conferencia Sectorial de Educación celebrada el pasado mes de enero, ni en su primera comparecencia en el Congreso de los Diputados, que tuvo lugar el 31 de enero. Es sorprendente tras las reiteradas declaraciones de Wert de su supuesta disposición a la negociación, el diálogo y el acuerdo. Ya vemos cómo entiende el diálogo y el acuerdo.

Izquierda Unida sospecha que esta es una maniobra política por la espalda de Wert contra las Comunidades Autónomas que han convocado oposiciones. El PP parece que empieza a gobernar bajo la coacción y la amenaza, y ahora se entienden las advertencias que el ministro lanzó a los responsables autonómicos para que se replantearan convocar oposiciones. Aunque el Ministerio de Educación habla de razones «objetivas» y de «interés general», aludiendo a su intención de acometer una «revisión» del sistema de acceso a la función docente y a que la gran mayoría de las comunidades han aceptado la «recomendación» que hizo el Ministerio de no convocar procesos selectivos en 2012, está claro que este decretazo va dirigido a las Comunidades díscolas que no han hecho caso a las “recomendaciones” de Wert, no importándole en absoluto que los perjudicados sean los 60.000 opositores que llevan meses preparando los temarios previamente establecidos.