Izquierda Unida - León

IU considera un paso indispensable para reordenar la plantilla municipal el acuerdo de consolidación. Sin embargo es un paso obligatorio manchado por los despidos y privatizaciones perpetrados por el Equipo de Gobierno. Una temporalidad salvaje, cercana al 70%, ha puesto bajo sospecha constante la política de personal de PP, PSOE y UPL las últimas legislaturas.

Sin embargo la crítica de IU no tiene nada que ver con el momento, el acuerdo de consolidación tiene varios meses y rechina ejecutarlo tan cerca de la campaña electoral, y menos con la forma, si alguien ha logrado el acuerdo son los sindicatos y no el Gobierno Municipal.

IU critica que este acuerdo no se ha unido a verdaderas novedades, como clarificar una RPT imposible de seguir, no organiza, jerarquiza ni adscribe a ninguna concejalía a los trabajadores, o más aún, negociar de una vez un Convenio Colectivo que sigue vigente desde los años 90 del siglo pasado y permanece prorrogado desde el año 2000.

IU ha detectado dos problemas técnicos urgentes en personal que se unen a los anteriores y deben solucionarse una vez se consoliden los 500 trabajadores, de 1300, que ahora sobreviven en la temporalidad.

Falta de un organigrama funcional claramente definido. La Plantilla Municipal se publica anualmente en el BOP con una relación de servicios que no suele coincidir con el “organigrama” que el propio Ayuntamiento publica sin embargo en su web, y que además ni establece dependencias jerárquicas y funcionales ni se corresponde con el número de jefaturas establecidas en la Relación de Puestos de Trabajo. Esta carencia es causa fundamental de los problemas de la plantilla, al no poderse definir con claridad las necesidades reales ni la dotación de la cada uno de los puestos de trabajo.

Falta de una valoración económica de los puestos de trabajo establecida con criterios uniformes e igualitarios lo que, en muchos casos, provoca una tendencia a la inflación en los costes de personal.

A estas cuestiones debe añadirse una cuestión más problemática. Es imposible olvidar que este proceso de consolidación se inicia al final de una legislatura mascada por despidos controvertidos, privatizaciones fuera de lugar y contrataciones cuestionables. Un Ayuntamiento que iniciaba 2007 con un responsable, capataz, encargado o jefecillo por cada 5 trabajadores ha agravado considerablemente esta proporción. Los trabajadores que se ha reducido de la RPT han pasado a cobrar también del consistorio en empresas privadas que incrementarán una vez más los costes del servicio y siguen sin responderse políticamente a las responsabilidades derivadas de los despidos improcedentes perpetrados desde 2007.

IU se alegra por el paso dado, pudo hacerse mucho antes, pero los claroscuros y carencias de personal se mantienen sin que este paso necesario oculte las enormes carencias a las que no se ha respondido.