Izquierda Unida - León

El Coordinador Provincial de IU, Santiago Ordóñez, se alegra por el pequeño avance ofrecido ayer en defensa de las juntas vecinales pero sugiere que el árbol no nos impida ver el bosque.

La amenaza contra las juntas vecinales se mantiene intacta, la enmienda que se votará hoy mismo traslada el contenido de la disposición adicional 4º al artículo 3. Este es un avance, sin duda, pero no soluciona el problema de raíz que nos obliga a luchar contra toda la Ley Antiayuntamientos y juntas vecinales.

Para empezar se conserva la exigencia de “estar vivas” en este momento para conservar la personalidad jurídica y ser reconocidas como entidades locales, esto ya venía en la Ley en un puesto muy secundario. Por eso nos alegramos del cambio de categoría que supone esta enmienda.

Sin embargo, nada cambia sobre el resto de los aspectos negativos de la norma. Si una junta vecinal es suprimida no podrá constituirse de nuevo, sino presenta las cuentas será disuelta, si vuelve a constituirse tras desaparecer será una mera herramienta de descentralización de las competencias de un municipio, el articulo 116 bis sigue dando la opción de suprimir una entidad local menor a causa del déficit del Ayuntamiento y de ser aplicada a un concejo supondría su supresión, la exigencia de informar sobre el coste efectivo de los servicios que se prestan sigue vigente, en caso de encontrarse cualquier tipo de déficit un ayto será intervenido y una junta vecinal disuelta, y la Diputación sigue teniendo rango de “coordinadora” de los servicios de abastecimiento de aguas y otros y junto al Ministerio de Hacienda será quien “recomiende” a la Junta disolver las Juntas Vecinales que tengan déficit estructural, en su presupuesto anual, en cualquiera de los servicios que gestiona o en las competencias que desarrolla.

Por tanto, el NO a esta Ley sigue plenamente vigente y la amenaza de supresión intacta. Eso no desmerece que la ampliación del plazo de presentación de cuentas a un año y esta última enmienda deban ser reconocidas. Sin embargo, lo dicho, que el árbol no nos impida ver el bosque. Las Juntas Vecinales no están salvadas en absoluto y el cuerpo más negativo de la ley sigue recogido en su articulado.